El Eneagrama

Cuando diseñé el escudo de nuestra Escuela “Carabao”, de Kali Filipino, puse como transfondo un antiguo símbolo, el Eneagrama , como guía filosófica de nuestro estilo. Hoy haré una 1era. entrega que comience a explicar esta simbología, y para ello les dejo un extracto de un interesante libro.

                                                                           Punong Guro Miguel Ángel Carrara

                         
“El origen exacto del símbolo del eneagrama se ha perdido para la historia; no sabemos de dónde procede, así como no sabemos quién inventó la rueda, ni quien inventó la escritura. Se dice que se originó en Babilonia alrededor del año 2500 a. de C , pero hay pocas pruebas fehacientes de que sea así. Muchas de las ideas abstractas relacionadas con el eneagrama, por no decir su derivación de la geometría y las matemáticas, sugieren que podría tener raíces en el pensamiento griego clásico. Las teorías que subyacen al eneagrama se pueden encontrar en las ideas de Pitágoras, Platón y algunos filósofos neoplatónicos. En todo caso, está claro que forma parte de la tradición occidental que dio origen al judaísmo, el cristianismo y el islam, así como las filosofías hermética y gnóstica, aspectos de las cuales se encuentran en estas tres grandes religiones proféticas.
En todo caso, de lo que no cabe duda es que el responsable de introducir el símbolo del eneagrama en el mundo moderno fue George Ivanovich Gurdjieff. Gurdjieff era armenio-griego nacido alrededor de 1875; de joven se interesó por el conocimiento esotérico y  se convenció de que los antiguos habían desarrollado una ciencia completa para transformar la psique humana y que ese conocimiento se había perdido después. Junto con un grupo de amigos que compartían su deseo de  recuperar esa ciencia perdida de transformación humana, dedicó la primera parte de su vida a investigar todo tipo de sabiduría antigua que lograba encontrar. Estos amigos formaron un grupo llamado Buscadores de la Verdad (SAT: Seekers After Truth) y decidieron explorar las diferentes enseñanzas y sistemas de pensamiento, cada uno por separado y reunirse periódicamente para comunicarse lo aprendido. Viajaron mucho, visitaron Egipto, Afganistán, Grecia, Persia, India y Tibet, pasaron períodos en monasterios y santuarios remotos y aprendieron todo lo que pudieron acerca de las tradiciones de sabiduría antiguas.
En algún lugar durante sus viajes posiblemente en Afganistán o Turquía, Gurdjieff encontró el símbolo del eneagrama. Después desarrolló  su síntesis de lo que él y los demás miembros del grupo habían descubierto. Acabo sus muchos años de investigación justo antes de la Primera Guerra Mundial, y comenzó a enseñar en San Petersburgo y Moscú, atrayendo de inmediato un público entusiasta.
Gurdjieff enseñaba un compendio vasto y complejo de psicología, espiritualidad y cosmología, cuyo objetivo era ayudar a los alumnos a comprender su lugar en el Universo y su finalidad en la vida. Gurdjieff también enseñaba que el eneagrama era el símbolo principal y más importante de su filosofía. Afirmaba que una persona no comprende algo por completo mientras no lo entiende desde del punto de vista del eneagrama, es decir, mientras  no sabe colocar correctamente los elementos de un proceso en los puntos correctos del eneagrama, para ver así las partes independientes del todo que se sostienen unas a otras. Así pues, el de eneagrama que enseñaba Gurdjieff era ante todo un modelo de procesos naturales, no una tipología psicológica.
Gurdjieff explicaba que el símbolo del eneagrama tiene tres partes que representan tres leyes divinas que rigen toda la existencia. La primera de estas partes es el círculo, mándala universal usado en casi todas las culturas. El círculo representa la unidad, la totalidad y la unicidad y simboliza la idea de que Dios es uno, la característica distintiva de las principales religiones occidentales: el judaísmo, el cristianismo y el Islam.
Dentro del círculo encontramos el siguiente símbolo, el triángulo. En la tradición cristiana representa la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. De modo similar, la cábala, enseñanza esotérica del judaísmo, afirma que Dios se manifiesta inicialmente en el Universo en forma de tres emanaciones o “esferas”, las sefirot (Keter, Biná, Jojmá), que aparecen en el principal símbolo de la cábala, el Árbol de la Vida. En otras religiones también vemos reflejos de esta idea trinitaria: los budistas hablan de Buda, Dharma y Sangha; los hindúes, de Visnú, Brahma y Siva, y los taoístas hablan del Cielo, la Tierra y el Hombre.
Es notable, como casi todas las principales religiones del mundo enseñan que el Universo es una manifestación no de dualidad, como enseña la lógica occidental, sino de trinidad. Nuestra manera habitual de mirar la realidad se basa en pares de opuestos, por ejemplo, bueno y malo, blanco y negro, masculino y femenino, introvertido y extrovertido, etc. las. Las tradiciones antiguas, no obstante, no ven hombre y mujer, sino hombre, mujer e hijo/a; las cosas no son blancas o negras, sino blancas, negras y grises.
A este fenómeno Gurdjieff lo llamó la “Ley de Tres”; según esta ley todo lo que existe es resultado de la interacción de tres fuerzas (las que sean, en una situación o dimensión dada). Incluso parece que los descubrimientos de la física moderna apoyan esta idea de la Ley del Tres; en la escala subatómica, los átomos están formados por protones, electrones y neutrones, y en lugar de haber cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza como se creía antes, la física ha descubierto que sólo hay tres: la fuerza fuerte, la fuerza débil y elelectromagnetismo.
La tercera parte de este símbolo triple es la hexada (la figura cuyo trazo sigue los números 1-4-2-8-5-7). Esta figura simboliza lo que Gurdjieff llamó la “Ley de Siete”, que tiene que ver con el proceso y el desarrollo en el tiempo; afirma que nada es estático, todo se mueve y se convierte en otra cosa. Incluso las piedras y las estrellas se transforman finalmente. Todo cambia, se recicla, evoluciona o se transfiere, aunque de modos legítimos y previsibles según su naturaleza y las fuerzas que actúan sobre ello. Los días de la semana, la tabla periódica y la octava de la música occidental se basan en la Ley de Siete.
Uniendo estos tres elementos (círculo, triángulo y héxada) obtenemos el eneagrama.
Es un símbolo que representa la integridad de una cosa (el círculo), cómo su identidad resulta de la interacción de tres fuerzas (el triángulo) y cómo evoluciona o  cambia con el tiempo (la héxada). Gurdjieff enseñaba el eneagrama mediante una serie de bailes sagrados, explicaba que debía considerarse un símbolo vivo, dinámico, móvil, no estático”.

                                                     (Continuará)

Extraido del libro “La Sabiduría del Eneagrama”

de Don Richard Riso y Russ Hudson

Editorial UranoE

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Kali Carabao

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