Kali -Arnis -Eskrima

El Kali es el antiguo arte de combate de los malayos y polinesios; uno de los más peligrosos y mortales que subsisten en la actualidad. No es un deporte. Fue desarrollado para luchar, para defender la vida en las batallas.

Según la región de Filipinas, se lo conoce como ARNIS, ESKRIMA, o KALI. En las Filipinas del Sur, se lo llama también Kali-Silat. Silat se refiere a un estilo con movimientos más bajos, que trabaja sobre el centro de gravedad del oponente, tratando de derribarlo.
Es un arte marcial que fue enseñado y practicado durante siglos por los hombres y mujeres de Filipinas.
Hay relatos de numerosas mujeres que lucharon en las guerras contra los invasores.

Fue un arte marcial que se desarrolló para entrenar en un corto tiempo a los aldeanos de las tribus y así enfrentar a los distintos invasores, en una larga historia de guerras de ese país.
Por lo tanto, como el aprendizaje debía ser rápido, dada las inminentes amenazas, se convirtió en un estilo simple, donde se descartó lo que no servía y se dejó sólo lo que era probadamente eficaz.

Cada guerra contra un nuevo invasor los obligó a desarrollar nuevos métodos de lucha para adaptarse y contrarrestar la forma de combate de la nueva cultura. Así tenemos más de cien estilos filipinos diferentes, pero que podrían resumirse en tres sistemas completos de defensa con bastones, armas de filo y técnicas de manos vacías:
– Estilos del Norte: que utilizan bastones y espadas largas (para trabajar a más distancia), y poca técnica de manos vacías.
– Estilos del Centro: con el uso de espada y daga (distancia media y corta), y técnicas de manos vacías.
– Estilos del Sur: bastones y espadas (por una gran influencia de los moros), y una excelente técnica de manos vacías.

En general, se los conoce globalmente como AMF (Artes Marciales Filipinas).
Los bastones utilizados para entrenar pueden ser de rattan (yantoc) . También existen otros, hechos de maderas duras, como el cocobolo, el molave, o el kamagong (ébano), que eran utilizados en combates reales.

Las AMF comienzan con el aprendizaje de las armas, y recién cuando éstas son dominadas, se enseñan las manos vacías, utilizando casi los mismos ejercicios con los ajustes lógicos de distancia, etc. Esto se debe a que en la guerra se combate con armas, y sólo cuando uno pierde el arma se utiliza el cuerpo. Estos bastones (olisi) varían en longitud entre 40 y 70 centímetros, y unos 2 centímetros y medio de grosor.
Se trabajan ejercicios con diferentes distancias: llamadas largo, medio y corto; cada una con sus características técnicas y desplazamientos. Hay estilos que prefieren más unas que otras. Lo ideal es manejarlas todas y utilizar la que se necesite en cada situación. Lógicamente, estas distancias van variando a lo largo de un combate.
Para poder controlar la distancia es necesario un muy buen desplazamiento, o trabajo de pies. En las AMF se utilizan desplazamientos en triángulos (hakbang tatsulok), donde los pies ocupan dos vértices y se avanza con uno de ellos hacia el tercero.
Utilizando estos desplazamientos en triángulos y las distintas distancias, se practican diferentes ejercicios que desarrollan los reflejos: sumbrada, contrada, punyo sumbrada, sinawali, hubud lubud, etc. El ritmo es esencial en estos ejercicios; de ahí que muchas escuelas utilicen tambores o especies de tumbadoras, para que los alumnos sigan ese ritmo en el entrenamiento.
Acorde al ángulo en que nos llegue un ataque, será el tipo de defensa que utilicemos, sin importar si es un arma de corte, un bastón, o un puño, sólo se hacen los ajustes necesarios en cada caso. Asimismo, al atacar, el patrón de movimientos en triángulos nos permite utilizar tanto un cuchillo como mano vacía.
El Kali es un sistema fluido, en el que cada movimiento sigue a otro, esto es lo que se llama “de kadena”. Este concepto de “flujo” o pauyon es fundamental en los sistemas filipinos.
Aparte de los desplazamientos en triángulos, se utilizan los círculos, y con estos movimientos combinados nos vamos a desplazar alrededor del oponente, colocándonos en lugares donde no le es fácil generar nuevos ataques, y a su vez lo hace más vulnerable a los nuestros, y con mayor control sobre él. Los desplazamientos a través de los ángulos pueden hacerse en una línea diagonal, horizontal, vertical o delantera. Podemos usar un sólo ángulo, o una combinación de varios. Al hablar de un avance lineal, significa que cuando un pie avanza, el otro ocupa el lugar dejado por el primero.
Hay movimientos que uno practica solo, llamados karensa (una especie de boxeo de sombras), donde se combinan distintas técnicas y desplazamientos, como si se luchara con uno o varios enemigos imaginarios. En el Kali, no hay una idea de golpes definitivos, siempre a un ataque le sigue una defensa y un contraataque, que a su vez es defendido y contraatacado, y así sucesivamente. Esto se llama “contra para contra”, y aquí aparece nuevamente el concepto de flujo.
Decíamos que se enseñan primero las armas y luego las manos vacías, o pangamot. Esto es así, porque este último funciona mejor si se han desarrollado primero las condiciones físicas de coordinación, movilidad, etc., que se logra con el manejo de las armas. El Kali se adapta a los cambios constantes del oponente,
buscando siempre un equilibrio con lo que éste está haciendo, para poder contrarrestar sus ataques. Por lo tanto, no existen posiciones fijas, éstas son transitorias.

Miguel Ángel Carrara
Terapeuta corporal.Instructor de Yoga y   Qi Gong. Cinturón Negro,1er. Dan de Sipalki Do Ion Bi Ryu; Cinturón Negro 6to. Dan de Sipalki Mu-Bi -Kwan; 5to. Dan de Kick Boxing (KBOX LATINO). Fundador e Instructor Principal de Kali Filipino de la «Escuela Carabao».