Es un tipo de espada ancha y curva, con filo de un solo lado, cuyo largo oscila entre 25 y 60 cm. Fue usado por los indígenas en los combates entre tribus, pero principalmente en la resistencia filipina contra los españoles y también en la lucha por la independencia del pais.

Por lo tanto se convirtió en un símbolo de la resistencia  y de la independencia filipina, usado por varios héroes y líderes como Lapu -Lapu.

Su mango es de madera o de cuerno de carabao. Según la región, algunos tienen una hoja lisa y otros con grabados de las distintas tribus, o de animales o símbolos religiosos.

Al igual que el barong, se lo usa en determinadas ocasiones, como en bodas, en rituales y en algunos festivales.

Algunas piezas artesanales, muy hermosas, pasan de padres a hijos, por generaciones.

Resumiendo, el bolo filipino tiene una historia muy rica y gran significado cultural, símbolo de la resistencia y lucha por la independencia de Filipinas.